El Machu Picchu
Ahora, el Machu Picchu : es el sitio más conocido de los Incas pero no era el más grande.

Entre Cuzco y el lago Titicaca, la ciudad inca de Raqchi tenía un templo inca más grande que se llama Wiracocha como el Dios creador. El templo medía noventa y dos metros de largo y veinticinco de ancho para una altura de doce metros y tenía veintidós columnas de piedra. Alrededor del templo vemos muchas casas y también lugares redondos destinados a poner cosechas. Es un sitio muy grande.
Bueno, vamos al Machu Picchu.

En tren baja el valle hasta la pequeña ciudad de Aguas Calientes. Desde aquí, debemos tomar un bus que sube hasta el sitio histórico.
El Machu Picchu no fue descubierto por los españoles sino por buscadores, aventureros alemanes en el siglo diez y nueve quienes robaron y saquearon el sitio. La ciudad fue de nuevo descubierta al principio del siglo veinte por un historiador americano que limpió el sitio que estaba totalmente enterrado debajo de la vegetación tropical de este lugar. Hay un micro clima en el valle que hace que la vegetación sea muy importante aquí.
Actualmente, no sabemos para qué servía esta ciudad, ni tampoco por qué los incas la abandonaron ni cuándo.
El sitio no se sitúa en la cima de la montaña sino en un rellano. Por esta razón, tenemos una vista global del sitio lo que está bien para las fotografías, claro y también hay agua corriente en la ciudad.
Una de las casas se llama “la casa del Inca” porque los bloques de piedras son muy bien trabajados; es la sola con un ensamblaje tan precioso.

Hay también templos y encima de ellos, una especie de mesa particular que se llama intihuatana lo que puede traducirse como “poste para amarrar el sol ». Esta roca fue esculpida de manera muy fina por los astrónomos incas quienes debían decir las épocas de solsticio. Este intihuatana es muy precioso porque es uno de los pocos que ha subsistido, los españoles destruyeron todos los otros para que los indios no siguieran creyendo en sus antiguos dioses.

Los incas fueron buenos astrónomos y miraban los astros y la luna con espejos de agua. Lo que era más cómodo para el cuello, claro.

Vemos terrazas vertiginosas en el Machu Picchu. Las terrazas servían para dos cosas. Servían para los cultivos, y también, las paredes de terrazas tenían el papel de consolidar la montaña para que la tierra y las piedras no se cayeran con las lluvias o con los terremotos.
Bueno, ahora que sabemos cómo las civilizaciones y culturas antiguas de Perú construían, podemos intentar ver qué cambió con la llegada de los españoles y cómo viven los peruanos actualmente. Será nuestra tercera parte.
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